El Tour de Francia ha vuelto a alterar la parrilla de Televisión Española, pero este verano la sorpresa ha sido mayor de lo habitual: ‘La Promesa’, su ficción diaria de mayor éxito, ha quedado fuera de emisión en varias tardes para dejar paso a capítulos dobles de ‘Valle salvaje’.
Esta estrategia, que ha generado debate entre los espectadores más fieles, responde a una compleja combinación de factores donde se mezclan la presión del directo deportivo, la planificación de producción, la necesidad de proteger contenidos estrella y una clara voluntad de impulsar una de sus series más jóvenes.
Desde esta semana, La 1 ha modificado su tarde para acoger en directo las etapas más destacadas del Tour. La cobertura ciclística, que puede extenderse hasta las 17:45, ha reducido el tiempo disponible para ficción.
En lugar de fragmentar los capítulos de sus series o alterar sus horarios, TVE ha optado por una solución rotunda: suspender temporalmente ‘La Promesa’ y llenar el espacio restante con dos entregas consecutivas de ‘Valle salvaje’.
Así ocurrirá, por ejemplo, hoy lunes 14 de julio, cuando tras el final de la etapa, La 1 emitirá un doble episodio de la serie ambientada en el siglo XVIII, ocupando la tarde hasta el informativo nocturno.
Este cambio tiene lógica si se considera la duración estándar de ambos formatos. Cada capítulo de estas series ronda los 50 minutos. Con el tiempo limitado que deja el Tour en la parrilla, incluir las dos series sería inviable sin alterar su estructura narrativa o empujarlas a horarios extraños.
Al reducir la oferta a una sola ficción por día, TVE evita desajustes y garantiza una experiencia de visionado coherente. Pero detrás de esta decisión también hay un componente estratégico: ‘Valle salvaje’, que hasta ahora servía de telonera, ha tomado el centro del escenario.
En pleno desarrollo de su segunda temporada, ‘Valle salvaje’ atraviesa un punto álgido de su trama. La cadena lo sabe, y por eso ha querido aprovechar este empuje argumental para multiplicar su exposición.
Las emisiones dobles permiten avanzar más rápido en la historia y generar mayor fidelidad entre quienes aún no la seguían con regularidad. De paso, este refuerzo podría ayudarle a mejorar su rendimiento de audiencia, que en junio se situó en torno al 9,8% de cuota, todavía por debajo del 13-15% que suele firmar ‘La Promesa’.
A eso se suma la planificación interna de ambas ficciones. ‘La Promesa’, con más de 600 episodios emitidos desde su estreno en enero de 2023, puede permitirse un descanso controlado en verano sin riesgo de perder el hilo.
Además, el parón coincide con una etapa de transición argumental: algunos personajes se han despedido, y nuevos rostros se incorporarán tras el verano. Este intervalo le sirve a la producción para recargar energías y guardar sus grandes giros narrativos para septiembre, cuando el consumo televisivo repunta.
Históricamente, TVE ha hecho maniobras similares durante eventos deportivos como los Juegos Olímpicos o Campeonatos Mundiales. Ya en veranos pasados, series como ‘Servir y proteger’ o la propia ‘La Promesa’ vieron modificadas sus emisiones por el Tour.
La cadena pública defiende esta reestructuración como parte de su mandato de servicio: cubrir grandes citas deportivas sin descuidar sus productos de ficción, pero ajustando tiempos y presencia.
Al final, esta jugada revela una doble intención: blindar el fenómeno de ‘La Promesa’ de un posible desgaste por sobreexposición y, al mismo tiempo, brindar a ‘Valle salvaje’ una oportunidad de oro para consolidarse.
La apuesta es audaz: supone aparcar momentáneamente a su líder de audiencia con la confianza de que volverá aún más fuerte, mientras se da un espaldarazo narrativo y promocional a una ficción en crecimiento.
Si el público responde, TVE podría salir reforzada con un tándem más equilibrado para sus tardes. Si no, el riesgo será haber dejado escapar parte del impulso de su producto estrella. En cualquier caso, este verano, la cadena ha demostrado que, en su parrilla, cada minuto cuenta.
