Manuel sorprende a Leocadia… que se enfrenta a su peor crisis en el palacio, el martes en ‘La Promesa’.
Vera no deja de preocuparse por Lope, cuya estancia en la mansión de los Duques de Carril se alarga día tras día.
Pía apela a la razón del cocinero, advirtiéndole de los peligros de esa intrépida misión, pero Curro sostiene que su amigo es tan obstinado que no descansará hasta desentrañar todos los misterios.
Mientras tanto, Leocadia ejerce su poder de socia mayoritaria y exige imponer su criterio en cada decisión empresarial. Se recrea presumiendo ante Manuel de su autoridad para validar –o vetar– cualquier contratación en el taller de motores.
El joven heredero soporta en silencio los desplantes de la nueva señora de La Promesa, pero esconde un as bajo la manga: un contrato que la propia Leocadia rubricó cuando Manuel, al borde de la quiebra, aceptó su apoyo.
Catalina, por su parte, advierte a Martina de la difícil posición en la que las deja el Barón de Valladares. Nadie, ni ellas ni sus esposos, parece capaz de doblegar al aristócrata, salvo el mismísimo Marqués, decidido a intervenir en persona.
Alonso se encarga de poner orden y se presenta ante el Barón para defender a los jornaleros de la finca. Sin embargo, sus palabras suenan más a advertencia que a conciliación.
En los pasillos del servicio surge un frente común: Ricardo, Petra y Pía comparten por fin criterio con las polémicas medidas de Cristóbal Ballesteros, el nuevo mayordomo. Sus decisiones imponen respeto, pero también inquietud entre quienes deben acatarlas.
Avance en video del próximo capítulo 635 (martes, 15 de julio) de ‘La Promesa’
Ricardo asume con estoicismo su nuevo papel como ayuda de cámara, mientras Pía rechaza someterse sin más y Petra calla, planeando su próximo movimiento. Está claro que ninguno se quedará inmóvil ante las restricciones impuestas.
Leocadia se enfrenta ahora a un escándalo que amenaza su ambición: los rumores sobre el altercado de Ángela con el Marqués de Andújar durante la fiesta del Duque de Carvajal manchan su reputación. Esa sombra podría enturbiar su ascenso al codiciado título nobiliario.
La pregunta es inevitable: ¿cómo maniobrará Leocadia para acallar las habladurías sin sacrificar a su hija? Y, sobre todo, ¿qué destino aguarda a Ángela si su desgracia se hace pública?
