‘La Promesa’ inicia una nueva semana con el peligro acechando a varios de los habitantes del palacio. Por un lado Pía lucha por su vida tras dar a luz un bebé que desaparece de forma inminente… Jimena se desespera buscando la solución más peligrosa para resolver su mentira… y Ramona advierte a Jana de que los asesinos de su madre también acabarán con su vida en cuanto la descubran.
Ha llegado el momento, Pía rompe aguas mientras conversa con Candela. La criada corre en busca de ayuda: parece que el bebé llegará de forma inminente.
Sin embargo, y como era de esperar tras todo lo que ha pasado durante su embarazo, el parto parece complicarse por momentos, alargándose más de lo esperado.
Abel atiende a la ama de llaves y cuenta con la ayuda de Jana, con la que comparte el peligro que corren tanto la madre como el bebé que viene en camino.
Jana, que tiene una relación especial con Pía, no sabe como encajar la noticia de que puede perder a su amiga… Pero Abel trata de hacerle comprender que en una situación así debe mantener la mente fría.
Una vez más, médico y doncella trabajan juntos por la salud de Pía, mostrándose como un gran equipo, algo que extraña al resto del servicio que han sido testigos de sus continuos desencuentros.
Al mismo tiempo y ajena a lo que ocurre en la planta del servicio, Jimena intenta acercarse a Manuel más de lo habitual, requiriendo abrazos y cariños por parte de su esposo, pero él la evita.
Y es que el hijo de los Marqueses no se quita de la cabeza las últimas escenas que ha visto entre Abel y Jana, en la que la complicidad se palpaba en el ambiente, además, nunca su amigo le había hablado así de alguien…
Jimena es consciente de que debe actuar cuanto antes. El tiempo se agota, si no consigue quedarse ya embarazada, su mentira saldrá a la luz muy pronto.
Lope y María Fernández siguen haciendo piña para tratar de convencer a Salvador. Tiene que aceptar el dinero que han recaudado para su operación… pero él no está dispuesto a hacerlo.
Y es precisamente ese motivo… la unidad que hay entre sus amigos, lo que le impide hacerlo.
A Alonso le preocupa la situación de su sobrina. Está convencido de que lo que le piden sus padres es un completo error, pues ella no está enamorada de ese chico con el que pretenden casarla.
Sin embargo, el Marqués comprende que quizás su apoyo no es el más acertado, pues ellos mismos obligaron también a Tomás y a Manuel a contraer matrimonio con Jimena para su propio interés… sin consultarles. Alonso comparte su preocupación con Cruz… ¿Qué opinión tendrá ella sobre el tema?.
Todo cambia, dejando en un segundo plano las preocupaciones de los Marqueses cuando llega una inesperada carta de la Casa Real.
