Avance del capítulo 618 de ‘La Promesa’ (miércoles, 18 de junio)
Curro se encuentra con Esmeralda, dispuesto a conseguir información sobre el veneno, el miércoles en ‘La Promesa’.
Ángela tomó la firme determinación de no apartarse de La Promesa y se instaló en los jardines del palacio, desafiando abiertamente la autoridad de Leocadia.
Molesta por la rebelión de su hija, Leocadia ordenó al personal que ignorara a Ángela, con la esperanza de forzar su salida. Sin embargo, ninguno de los criados se atrevió a dejarla sin ayuda bajo techo.
Consciente de la lealtad de Curro hacia su hermana, Leocadia lo amenazó con despedirlo si osaba socorrerla. Aun así, el joven persistió en su apoyo, desafiando el mandato de su padre.
Los días en vela bajo la intemperie comenzaron a pasar factura a Ángela: su salud se resentía, pero ella mantenía su posición, decidida a no ceder ni un paso.
Preocupada por el estado de Ángela, Martina visitó a escondidas el lugar donde se refugiaba y comprobó que su amiga corría serio riesgo al exponerse al frío y la humedad.
Mientras tanto, Leocadia forzó a Samuel a permanecer en La Promesa y a ocultar ante el duque los detalles de su excomunión, para evitar que la familia sufriera otro escándalo.
En el hangar, Manuel y Toño advirtieron que alguien husmeaba entre sus herramientas y materiales; cada noche desaparecían objetos, sin que supieran quién ni por qué.
Curro, al tanto de estas intrusiones, se ofreció a vigilar el taller. En realidad, su verdadero propósito era reunirse con Esmeralda, la misteriosa dependienta de la Joyería Llop.
Rómulo, convencido de que debía abandonar La Promesa para iniciar una nueva vida junto a Emilia, buscó el amparo de Catalina para confesarle su proyecto y prepararse para el enfrentamiento con Alonso.
Finalmente, Curro localizó a Esmeralda en el hangar y la acorraló, decidido a extraer de ella toda la información sobre el veneno que cayó en manos de su hermana. Sabía que esa conversación era su única oportunidad para desenmascarar al asesino de Jana.