[Noticias] Humillación en ‘La Promesa’: Curro rompe en llanto tras ser obligado a pedir perdón al duque
El marqués se lava las manos mientras su hijo es pisoteado por la nobleza en uno de los episodios más intensos de ‘La Promesa’
Una escena cargada de tensión, orgullo y traición familiar sacudió a los fans de ‘La Promesa‘ en su capítulo 611. Curro, devastado por la muerte de su madre, llegó a solicitar permiso para honrar sus restos… pero recibió una bofetada emocional cuando descubrió que doña Eugenia ya había sido enterrada a espaldas suyas por órdenes de don Lisandro, el temido duque y mano derecha del mismísimo rey Alfonso XIII.
¿El resultado? Un enfrentamiento explosivo en ‘La Promesa‘ que enfrentó al lacayo con uno de los hombres más poderosos del reino, mientras su propio padre, el marqués don Alonso, permanecía en un desconcertante silencio.
Duelo de palabras en ‘La Promesa‘: Curro exige respeto, pero es aplastado públicamente
«Le doy la oportunidad de retirar lo que ha dicho«, lanzó Curro, con el corazón roto, después de que el duque llamara “fregona” a su madre. Pero la respuesta de don Lisandro fue demoledora:
«Un bastardo lacayo no da órdenes a un duque».
En lugar de frenar la humillación, el marqués intentó suavizar la situación, acusando al dolor de nublar el juicio de su hijo. Pero el duque no se dejó conmover:
«No veo dolor, solo ira. Y ni rastro de arrepentimiento».
Presionado por su propio padre, Curro se ve obligado a tragarse su orgullo y pedir
“Enterrar a esa mujer fue un acto de piedad”: la estocada final del duque
Don Lisandro, sin piedad alguna, exige aún más:
«Dame las gracias. Si no la enterraba así, el apellido Luján se hundía. ¿Imaginas qué haría su majestad si descubriera lo que tu ‘madre’ hizo?»
Curro, con la mirada baja y el alma rota, responde:
«Mal, gracias señor duque».
Una escena devastadora en ‘La Promesa‘ que culmina con la nobleza celebrando la «limpieza del escándalo» mientras Curro queda destrozado.
El golpe más duro: su padre le pide que no guarde luto
Tras la tormenta, llega el momento más íntimo y cruel. Curro intenta marcharse, pero el marqués lo detiene. Le ha pedido perdón al duque. Ha tragado veneno. ¿Qué más falta?
“Quiero que no guardes luto por Eugenia”, le dice su propio padre.
Curro, incapaz de creer lo que oye, lo encara:
“¿Qué pensarán si lo ven con su hijo bastardo visitando la tumba de una loca suicida?”
Don Alonso, herido por esas palabras, insiste en que se preocupa por él. Pero ya es tarde. La fractura entre padre e hijo es irremediable en ‘La Promesa‘.
