Avance del capítulo 613 de ‘La Promesa’ (martes, 10 de junio)
La actitud de Lisandro con Adriano sorprende a todos, el martes en ‘La Promesa’.
Curro cumple con sus tareas diarias, acatando cada orden, pero su mente no deja de rememorar los últimos instantes junto a Eugenia.
El joven se culpa por no haber estado a su lado cuando más le necesitaba, creyendo que, de haberlo protegido en lugar de perseguir pistas sobre la muerte de Jana, podría haber evitado el trágico final de su madre.
Un sentimiento de impotencia lo invade: quizás nunca llegará a descubrir al verdadero asesino de Jana si insiste en recorrer este camino en solitario y sin recursos suficientes.
Solo Ángela parece capaz de aliviar su pena. Sin embargo, su creciente cercanía con Curro despierta la desconfianza de Leocadia, quien pronto intervendrá para redefinir los límites que considera apropiados entre ellos.
El padre Samuel, inquieto por la desaparición de Petra, solicita la ayuda de las doncellas para rastrear su paradero. Aunque reconoce el profundo cambio que experimentó la antigua ama de llaves, nadie parece saber dónde se oculta ni demuestra interés en descubrirlo, dejándolo solo con su preocupación.
Mientras tanto, Adriano prosigue su convalecencia y, junto a Emilia y Catalina, toma una determinación que sorprende al joven labriego y desafía sus expectativas: una decisión sobre su cuidado y futuro que él no había previsto.
Curiosamente, Lisandro también modifica su trato hacia Adriano: tras el desprecio inicial, pasa a mostrarle una cortesía insólita, dejando perplejos a los Luján. Su cambio de actitud culmina en un inesperado regalo para el campesino, cuyo significado aún permanece oculto.
Entretanto, Curro, Lope y Pía se ven obligados a recuperar la pulsera de esmeraldas. Ricardo, firme en su advertencia, no la entregará hasta comprender su origen y las circunstancias de su llegada al palacio.
Decidida a resolver el problema, Pía se acerca al mayordomo y le deja entrever que se trata de un regalo personal… ¿Creerá Ricardo en sus palabras?