Por qué TVE debe reaccionar y proteger sus ‘La Promesa’ y ‘Valle salvaje’
En medio de los discretos resultados del nuevo magacín ‘La familia de la tele’, Televisión Española afronta un dilema que puede marcar el rumbo de su franja vespertina.
Tiene dos opciones seguir sacrificando sus series diarias más rentables o replantear su estrategia antes de que el desgaste sea irreversible.
La audiencia ha hablado claro. El espacio conducido por rostros populares, con colaboradores reciclados del universo ‘Sálvame’ y la intención de modernizar las tardes de La 1, no ha conseguido calar en el público.
Este miércoles, el programa anotó sus peores datos generales hasta la fecha: 8,4% de cuota y 638.000 espectadores, muy por debajo del rendimiento que venían firmando las ficciones que ahora lo rodean.
Mientras ‘Valle salvaje’ se mantiene sólida (10,9% y 798.000), ‘La promesa’ ha empezado a mostrar señales de debilitamiento: su 13,3% y 916.000 espectadores de este miércoles son el dato más bajo desde el aterrizaje del magacín.
¿Casualidad? Difícil sostenerlo cuando el descenso coincide con el cambio progresivo de su horario, ahora más cercano a las 18:20 h que al idóneo tramo de las 17:30 h que disfrutaba antes del estreno del programa.
Este ajuste es el reflejo de una apuesta que, por ahora, no ha funcionado. Incluso desde la cúpula de RTVE se percibe la falta de certezas. “Necesito convencerme de que, efectivamente, el programa no tiene ninguna posibilidad de remontar desde el punto de vista de la audiencia”, declaraba este miércoles José Pablo López, presidente de RTVE, en la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación.
Aunque defendió tímidamente la continuidad del formato, también lamentó los “ataques permanentes” hacia el magacín y lanzó una crítica directa: “Hay mucha gente interesada en que a Televisión Española le vaya mal”.
Las declaraciones de López dejan entrever una postura dubitativa: “A lo mejor dentro de un mes” su perspectiva podría cambiar, afirmaba, dejando abierta la puerta a un posible giro si la situación no mejora.
Por ahora, reconoce no estar convencido de que el programa no pueda mejorar, pero esa esperanza contrasta con los datos que día tras día lo relegan a la cuarta opción de su franja.
El presidente también quiso comparar la situación actual con el recorrido de ‘Mañaneros’, una apuesta matinal que tardó “dos años y medio en ser líder”, recordando que “eso no se hace en tres tardes”.
Pero el contexto es muy diferente: mientras se insiste en dar margen a ‘La familia de la tele’, el cambio ya está afectando negativamente a ‘La promesa’, el mayor activo de la cadena, y genera incertidumbre sobre el futuro de su compañera ‘Valle salvaje’.
La ironía es clara: en un intento por revitalizar las tardes, se está poniendo en riesgo lo único que realmente funcionaba. En un panorama donde Antena 3 mantiene a ‘Sueños de libertad’ liderando con un 14,2% y más de 1,2 millones de espectadores, o donde incluso Cuatro celebra máximos con ‘Todo es mentira’, TVE no puede permitirse perder terreno donde ya lo había ganado.
Proteger sus series diarias no es solo una cuestión de audiencia: es una decisión estratégica. Ellas no solo ofrecen estabilidad, sino que conectan emocionalmente con un público fiel que está en juego con cada nuevo reajuste. La televisión pública tiene derecho a innovar, pero también la responsabilidad de no dinamitar sus fortalezas. RTVE debe reaccionar. Y debe hacerlo ya.