Emilia, la nueva enfermera para Catalina y los bebés, llega al palacio… una mujer conectada al pasado de Rómulo, el jueves en ‘La Promesa’.
La llegada de Emilia, la enfermera convocada por Leocadia para cuidar de Catalina, ha sido todo un acierto. Tanto en la planta noble como en el servicio, la mujer ha sido recibida con los brazos abiertos, gracias a su carácter afable y profesionalidad. Incluso Catalina, en medio de su delicado estado, muestra agradecimiento y confianza hacia ella.
Mientras tanto, Martina decide seguir adelante con un misterioso viaje, desoyendo las advertencias de Jacobo. Aunque su prometido no aprueba la idea, la joven está decidida a llevarlo a cabo por motivos que aún no ha compartido con nadie.
Por otro lado, Lorenzo insiste en organizar una gran fiesta por su cumpleaños, convencido de que será un evento memorable en La Promesa. Sin embargo, Curro, que sospecha que algo más se esconde tras la celebración, se adelanta y consigue frustrar sus planes de forma ingeniosa.
La tensión aumenta cuando Expósito logra hacerse con la carta enviada por Rufino de la Merced al capitán Lorenzo de la Mata. El contenido de la misiva es inquietante, y sin dudarlo, se la entrega a Pía, quien reacciona con preocupación ante la implicación de Rufino en sus pesquisas.
En un giro inesperado, Petra decide ayudar a Samuel en el refugio, donde termina conmovida por la presencia de Alicia, una joven que no ha pronunciado una palabra desde que llegó. Pese a su carácter rígido, Petra establece un vínculo especial con ella.
Ricardo, por su parte, se muestra profundamente afectado por la marcha de Santos. La ausencia de su hijo ha dejado un vacío difícil de llenar, que intenta disimular, pero que se nota en cada uno de sus gestos.
Finalmente, Rómulo, en su papel de jefe del servicio, anuncia oficialmente la marcha de Santos a todo el personal, generando una mezcla de tristeza e incertidumbre entre los compañeros del joven.
Y, en medio de todo este revuelo, Catalina toma una decisión crucial. A pesar de los riesgos, reúne el valor para confesarle al marqués la verdadera identidad del padre de sus hijos. Una revelación que podría cambiar muchas cosas dentro y fuera del palacio.
