Tras los continuos enfrentamientos con Jacobo, Martina pospone la fecha de su boda, el martes en ‘La Promesa’.
Manuel toma una decisión importante y se la comunica a Simona: ha decidido contratar a su hijo. Sin embargo, la reacción de la cocinera no es la que él esperaba.
En lugar de mostrarse emocionada, Simona se queda perpleja, quizás por miedo a las implicaciones que eso pueda tener para Antoñito o por la presión que recaerá sobre ambos.
Mientras tanto, Alonso descubre que Leocadia ha vuelto a traer a La Promesa las valiosas obras de arte y los cuadros que anteriormente habían sido retirados. Lejos de molestarse, el marqués le agradece el gesto con sinceridad, y ella se siente cada vez más cerca de su objetivo.
Sin embargo, no todos lo ven con los mismos ojos. Lorenzo lanza advertencias acerca de lo arriesgado que puede ser tener una deuda tan grande con la mujer, y Ángela manifiesta su desconfianza hacia las verdaderas intenciones de su madre. A pesar de todo, Alonso decide mantenerse firme en su actitud con ella.
Por otro lado, María Fernández se sincera con el padre Samuel y le expresa su gratitud por haber estado a su lado en los momentos más duros. La conexión entre ellos se refuerza, aunque la situación no deja de generar ciertas tensiones emocionales.
En la planta del servicio, Ricardo, molesto por todo lo que ha pasado, señala directamente a Ana como la culpable de la desaparición de Dieguito. No duda en acusarla abiertamente, convencido de que su implicación es evidente.
Ana, dolida por semejante acusación, se defiende con contundencia. Santos, su hijo, también se siente indignado y no duda en apoyar a su madre, considerándola víctima de una injusticia.
Las tensiones en el ambiente también se trasladan al ámbito sentimental. Martina, cansada de la actitud de Jacobo y de la falta de entendimiento entre ambos, toma una decisión valiente: posponer la fecha de su boda.
La joven quiere tomarse su tiempo para reflexionar y valorar si el camino que ha emprendido con Jacobo es el correcto. No quiere precipitarse en una decisión tan importante como el matrimonio.
En medio de todo ese torbellino, hay una historia que parece encontrar algo de luz. Curro y Ángela, tras haber vivido momentos de tensión y dudas, vuelven a acercarse. Esta vez, parece que ambos están dispuestos a rendirse al amor que sienten el uno por el otro.
