Todo vuelve a cambiar en el palacio tras el parto de Catalina… Mientras, Curro y Pía parecen acercarse a la verdad, esta semana en ‘La Promesa’.
‘La Promesa’ vive uno de sus momentos más críticos con el parto de Catalina. Su vida corre peligro, el lunes en ‘La Promesa’.
Catalina pierde el conocimiento de forma repentina, dejando a todos en shock. Curro y Ángela, presentes en ese momento, temen lo peor. Ante la gravedad de la situación, Ángela no duda ni un segundo: toma al bebé en brazos y corre hacia el palacio en busca de ayuda urgente para salvar a Catalina y proteger al recién nacido.
En paralelo, Leocadia se moviliza rápidamente en busca del doctor Ferrer. Martina, al ver el panorama, contacta de inmediato con Adriano, convencida de que nadie mejor que él para asistir a su prima en un momento tan delicado. El joven llega sin perder tiempo y, junto a Curro, logra trasladar a Catalina hasta el palacio, donde el doctor debe intervenir con premura.
La tensión se apodera de todos los rincones de La Promesa. Catalina se encuentra muy débil y su estado es preocupante.
Aunque el primer bebé parece haber nacido sano, el doctor le comunica a Alonso una devastadora noticia: no hay esperanza para el segundo nieto… y la vida de su hija pende de un hilo. El ambiente es de angustia y desesperación.
Adriano permanece en el palacio, firme en su deseo de quedarse cerca de Catalina, aunque no pueda estar con ella directamente. En medio de esta situación crítica, recibe una noticia inesperada que promete cambiar su vida para siempre, abriéndole un nuevo frente personal en medio del caos.
En el refugio, Antoñito regresa sin previo aviso. Samuel intenta tenderle la mano, convenciéndolo de que escuche a su madre y reconsidere su postura. El sacerdote también busca ofrecer consuelo a la familia en estos momentos tan complicados, aunque su apoyo no es del todo bien recibido por algunos en el palacio.
Mientras tanto, Martina y Jacobo protagonizan un nuevo desencuentro. La joven está volcada por completo en la gestión de la finca, lo que empieza a dar frutos, pero deja de lado los preparativos de la boda. Jacobo, sintiéndose ignorado, se frustra al ver que sus intentos por agradarla parecen no tener efecto.
La presión acumulada por todo lo ocurrido lleva a Ángela al límite. Incapaz de sostener la angustia, se derrumba ante Curro. Él, tocado por su vulnerabilidad, la consuela con ternura. El momento de intimidad les permite reconectar y recuperar parte del vínculo que los unía.
Por otro lado, Manuel ofrece su ayuda a Simona para dar con el paradero de Antoñito. Tiene la esperanza de que el sargento Burdina pueda ser clave en la búsqueda y se implica de lleno en la causa, decidido a no abandonar a su compañera en este difícil momento.
Petra, sin embargo, atraviesa su propio infierno personal. En una conversación inesperada con Samuel, se abre como nunca antes. Consumida por el resentimiento, confiesa que desea el mal a todos, tanto señores como criados.
Lo más inquietante es su tono: afirma que sería capaz de matarlos sin pestañear. Samuel queda conmocionado por su confesión, preguntándose hasta dónde está dispuesta a llegar la ama de llaves.
