¿Hasta donde llega la ambición de Leocadia?, mañana en ‘La Promesa’.
Curro suelta la bomba: el doctor Gamarra ha muerto… pero, ¿quién es su asesino? Mientras la noticia recorre los pasillos del palacio, generando desconcierto y temor, Curro no pierde la oportunidad de sacar provecho de la situación.
Sabe que con semejante información sobre la mesa, basta con observar detenidamente las reacciones de todos… y quizás así, por fin, logre dar con el responsable de la muerte de su hermana.
Uno de los principales sospechosos es el capitán, que no tarda en intentar intimidar a Curro. Y lo consigue. La tensión entre ambos va en aumento, pero Pía interviene a tiempo para frenarlo. Advierte a Curro del peligro que supone actuar con tanta temeridad: ir solo contra alguien tan peligroso puede costarle caro.
Por su parte, Lorenzo permanece muy cerca de Leocadia. Fiel a su instinto, sabe bien dónde apostar, y está convencido de que será ella quien controle todos los asuntos muy pronto.
Su cercanía, sin embargo, no pasa desapercibida y levanta sospechas: Leocadia es, sin duda, la gran beneficiada tras la muerte de Jana y la detención de Cruz.
Petra, mientras tanto, no pierde el tiempo y también se rinde en halagos hacia Leocadia. Tras haberle dado libertad para despedirla, tiene claro cuál es su lugar en la nueva jerarquía. Para ella, Cruz ya es historia.
En medio de esta tensión, Ana comienza a involucrarse más en los asuntos del servicio y, al conocer la difícil situación de María Fernández, decide brindarle su apoyo.
Esta inesperada alianza no pasa desapercibida para Santos, que empieza a notar la creciente cercanía entre su madre y la doncella. Lejos de incomodarle, el joven observa esta afinidad con preocupación.
El lacayo, al mismo tiempo, advierte a su padre sobre Pía… con la intención de contarle la verdad sobre los secretos que guarda la doncella.
Mientras tanto, Catalina sigue firme en su rechazo a Adriano, convencida de que no tiene nada que hablar con él. No obstante, Martina no se rinde y sigue presionando a su prima para que al menos escuche lo que el muchacho tiene que decir. Cree que cerrar esa puerta sin más podría no ser lo más justo para ninguno de los dos.
En la planta del servicio, Petra continúa con su implacable actitud y se muestra decidida a despedir a María Fernández, sin atender a razones ni súplicas. La falta de compasión de la ama de llaves no sorprende a nadie, pero sí indigna a muchos.
Ante la injusticia inminente, Rómulo se moviliza y, con la colaboración de Ricardo, intenta por todos los medios encontrar una solución que evite la marcha de María.
Ambos saben que la situación es delicada, pero están dispuestos a agotar todas las opciones para frenar la decisión de Petra y mantener a la doncella en La Promesa.
El jefe del servicio habla sobre el asunto con Leocadia, pero esta se niega a actuar en favor de María Fernández. La unión que han forjado la mujer y Petra preocupa a Rómulo y a Ricardo.
