Leocadia quiere que Curro se marche de ‘La Promesa’, no acepta su nuevo papel como lacayo, consciente del peligro que supone para ella, el martes en el segundo capítulo de la tarde.
La adaptación de Curro a su nueva condición como lacayo en La Promesa está siendo más dura de lo que esperaba, y no solo para él.
Alonso, como padre, no puede evitar sentirse responsable por la suerte que ha corrido su hijo. La culpa lo consume, especialmente al verlo relegado a tareas que jamás habría imaginado para alguien de su sangre.
Buscando frenar el descontento de Leocadia y evitar que abandone el palacio, el marqués recurre a Ángela, a quien pide su colaboración. La joven, deseosa de seguir cerca de Curro, acepta sin dudar, aunque no comprende del todo los intereses ocultos de los adultos que la rodean.
Mientras tanto, Candela decide guardar silencio ante Simona sobre un importante encuentro: el reencuentro con su hijo Antoñito, al que no veía desde hace tiempo.
La emoción la supera, pero prefiere no compartirlo aún. Por otro lado, Manuel, incapaz de superar su dolor, intenta volcarse en el trabajo de la finca para mantener la mente ocupada.
Sin embargo, una inesperada visita a los arrendatarios en compañía de Martina reabre viejas heridas y le recuerda lo mucho que ha perdido.
María Fernández, devastada por la muerte de Jana, se obliga a seguir con sus tareas a pesar de no sentirse en condiciones. Quiere mantenerse ocupada para no venirse abajo, pero su frágil estado emocional no pasa desapercibido.
La situación se complica aún más cuando Petra protagoniza una nueva bronca que desborda la paciencia de todos… y especialmente la de María, que ya no está dispuesta a soportar más.
