“La Promesa”: Traiciones Mortales, Adiós Inesperado y Decisiones que Marcan Destinos
Curro se quedará como lacayo en el palacio para investigar junto a Pía la muerte de Jana. Al mismo tiempo, Leocadia se convertirá en la sucesora de Cruz, revelándose como la gran enemiga del muchacho, esta semana del 24 al 28 de marzo en ‘La Promesa’.
La decisión de Manuel de retomar sus planes de marcharse a Italia no es bien recibida por nadie en La Promesa.
Tanto en la planta noble como en el servicio, todos intentan hacerle ver que no es el mejor momento para alejarse, especialmente tras los últimos acontecimientos que han sacudido el palacio. A pesar de los ruegos y las súplicas, Manuel parece firme en su postura, lo que aumenta la tensión y el malestar general.
Catalina sufre un desvanecimiento que obliga a Martina a asumir un rol inesperado: recibir y negociar con los arrendatarios en solitario. Esta responsabilidad, que inicialmente no le correspondía, pone a prueba su temple y su capacidad de reacción ante una situación delicada.
Por su parte, Alonso mantiene una conversación clave con Leocadia, a quien le confiesa que la venta del palacio de Cádiz parece inminente.
Como si eso no bastara, el sargento Burdina le informa de que el juez ha decidido admitir el caso de Cruz a trámite, lo que implica la necesidad urgente de contratar un buen abogado para su defensa…
De lo contrario, lo más probable es que la Marquesa de Luján sea condenada a la pena máxima: el garrote vil. Su vida podría terminar y en Alonso resuenan las palabras de su mujer insistiendo en su inocencia.
Mientras tanto, Teresa presencia una escena en el refugio que no pasa desapercibida: el padre Samuel se ve obligado a intervenir en una pelea entre dos necesitados.
Impactada por lo sucedido, se lo cuenta a María Fernández, sabiendo que eso podría influir en la relación entre ambos.
Ana, por su parte, logra tener un momento a solas con Ricardo para invitarlo a una cena con ella y Santos por el cumpleaños del joven. Una velada que podría convertirse en una oportunidad para limar asperezas… o abrir nuevas heridas.
Finalmente, Curro decide marcharse del palacio. Su partida deja a todos conmocionados, menos a Lorenzo, que no oculta su satisfacción al ver cómo su hijo desaparece de su vista.