Capítulo 519 de La Promesa: Cruz descubre una traición que podría arruinarlo todo
La crisis económica comienza a causar graves problemas en el palacio, mientras Leocadia muestra sus verdaderas intenciones y Ana, la mujer de Ricardo, aparece en ‘La Promesa’.
Cruz sabe que, si quiere descubrir quién la traicionó, deberá estar dispuesta a pagar el precio. La marquesa no es de las que retroceden cuando se trata de proteger su imagen y su legado, y ahora que está tan cerca de la verdad, no piensa detenerse.
Lo que no imagina es que será Jana, sin siquiera sospecharlo, quien le proporcione los medios para conseguirlo. Un giro inesperado del destino hará que la joven, sin intención alguna, facilite la jugada de Cruz, dándole la oportunidad perfecta para desenmascarar al culpable.
Mientras tanto, María Fernández sigue lidiando con su propio dilema emocional. A pesar de todos sus intentos por obtener alguna respuesta de Samuel, el sacerdote se mantiene firme en su negativa a hablar sobre el beso que compartieron.
María no entiende su actitud: ¿acaso lo lamenta? ¿O es miedo lo que lo lleva a evitar el tema? Su insistencia solo la sumerge más en la frustración, pues cada vez que trata de acercarse a él, Samuel levanta un muro aún más alto entre ambos. La doncella, desgarrada entre su razón y sus sentimientos, empieza a preguntarse si debe seguir luchando o aceptar que nunca obtendrá lo que espera de él.
Por otro lado, Ángela se muestra cada vez más interesada en conocer la verdad sobre Curro y la historia que hay detrás de su repentino cambio de actitud.
Sus sospechas se intensifican cuando nota que él ha evitado hablarle sobre Martina desde el baile, como si tratara de ocultar algo. Decidida a descubrir el motivo de su silencio, comienza a indagar y a hacer preguntas sutiles, pero su curiosidad choca con la resistencia de Curro, quien sigue esquivando el tema.
La relación entre Pía y Ricardo atraviesa un momento delicado. Lo que antes parecía una relación estable, ahora está llena de silencios incómodos y miradas esquivas. La doncella comienza a preguntarse si ha llegado el momento de tomar una decisión drástica.
No puede seguir esperando a que las cosas cambien por sí solas, pero tomar un rumbo definitivo también implica riesgos que no está segura de querer asumir. La tensión entre ellos es evidente, y cada vez resulta más difícil ignorar que están llegando a un punto final.
Mientras todos en La Promesa lidian con sus propios conflictos, Leocadia también enfrenta una situación que no esperaba. Tras el beso inesperado de Lorenzo, la mujer no duda en marcar un límite claro: si vuelve a cruzar esa línea, tendrá que atenerse a las consecuencias.
Su advertencia es directa y contundente, dejando en claro que no permitirá que juegue con ella. Lorenzo, por su parte, parece sorprendido por la firmeza de Leocadia, pero ¿realmente acatará su advertencia? ¿O este enfrentamiento solo avivará aún más la peligrosa tensión entre ellos?