Alonso comunica a Manuel la peor de las noticias: la situación económica de la familia es precaria, mañana en ‘La Promesa’
Alonso comunica a Manuel la fatal situación económica en la que se encuentra La Promesa tras perder el negocio del aceite… algo que sospechan ha venido provocado por la publicación en esa revista.
Mientras, Leocadia sigue acercándose a Jana, convirtiéndose en su mejor aliada contra Cruz y Lope, Vera, Teresa y Marcelo sospechan que Alonso tenía una amante a la que dejó embarazada.
¡Manuel y Jana están más felices que nunca! La pareja espera su primer hijo, una noticia que los llena de ilusión. Sin embargo, prefieren mantener el secreto por ahora, compartiendo su alegría únicamente con Curro y Catalina.
Pero la felicidad del matrimonio contrasta con las graves consecuencias de la publicación que reveló la verdadera historia de Jana. La familia Luján enfrenta un duro revés: los negocios de los Marqueses han comenzado a tambalearse, y la pérdida de su principal fuente de ingresos, relacionada con el comercio del aceite, pone en peligro la estabilidad económica de La Promesa.
Alonso decide compartir esta preocupante noticia primero con Catalina y luego con Manuel, consciente de que deberán tomar medidas drásticas para hacer frente a la situación.
En el palacio, Rómulo se reúne con el personal del servicio para anunciar las primeras acciones de austeridad, dejando claro que los tiempos difíciles están por venir.
Mientras tanto, Ángela se niega rotundamente a asistir a la prestigiosa fiesta de la alta sociedad que Leocadia ha gestionado para ella. Sin embargo, su madre ignora su negativa y sigue adelante con los preparativos.
Pero la rebeldía de Ángela no es lo único que preocupa a Leocadia: un descubrimiento inesperado sobre su hija la deja profundamente inquieta.
En otro frente, el misterio de la habitación secreta empieza a volverse demasiado arriesgado. Teresa considera que lo mejor es abandonar la investigación, pero convencer a Lope, Vera y Mauro de que hagan lo mismo podría no ser tan fácil.
Por otro lado, María Fernández continúa volcada en el cuidado de Samuel, descuidando sus propias tareas. Su comportamiento no pasa desapercibido, especialmente para Jana y Teresa, quienes comienzan a notar su evidente desvío de responsabilidades.
En el ámbito personal, Ricardo le pide a Pía una segunda oportunidad, buscando reparar los daños en su relación. Entretanto, Rómulo, cansado de la actitud de Petra, le da un ultimátum: debe revelar adónde ha ido Santos o enfrentará las consecuencias.
