Avance del capítulo 472 (martes, 26 de noviembre): El tiro por la culata…
Las cosas no salen como esperaban ni para Cruz, ni para Ayala, ni para Gloria, ni para Pelayo… el martes en ‘La Promesa’
Todos en la Promesa están expectantes ante el regreso de los Marqueses de la fiesta que organizaban los Condes de Urbizu y donde se preveía un encuentro con lo más granado de la provincia.
Fiesta que Cruz planeaba aprovechar para demostrar su fuerza ante los Duques de los Infantes y dejarlos en evidencia ante los asistentes, sin embargo, ocurrió todo lo contrario… como realmente se esperaba después del engaño de Lorenzo y la pericia de los padres de Jimena.
Y es que la Marquesa de Luján no esperaba encontrarse con tamaña sorpresa al enfrentarse a los que considera sus grandes enemigos en la vida social de la época.
La presencia de Alonso y Cruz en la fiesta no solo acabó en desastre, si no que ademas, ambos descubrieron que Rómulo y Pía, los que habían sido su servicio de más confianza, ahora estaban trabajando para los Duques de los Infantes como mayordomo y ama de llaves respectivamente.
Algo así ha supuesto tal descrédito y desafío para los Luján que la noticia corre como la pólvora por todo el palacio… no solo entre los habitantes de la planta noble, también en la del servicio por lo que a ellos les compete. Sin duda, sus antiguos jefes han hecho una jugada maestra.
Obviamente, Cruz no puede dejar estar la situación y busca la forma de responder a tal ofensa… La Marquesa recurre a Alonso, pero este le deja claro que la pelota está en su tejado… Ella fue quien se negó a readmitir a Pía, provocando así la marcha de Rómulo.
Casi ajena a los rumores que corren por el palacio sobre el ridículo de los Marqueses en la fiesta de los Condes de Urbizu y más preocupada por su propia realidad, Jana debe realizar con rectitud y ejemplaridad cada lección que Gloria le muestra…
Sin embargo, no está dispuesta a separarse de sus amigos en la planta del servicio y para no defraudar a la Marquesa, por la noche, le pide a María Fernández que duerma con ella en su nueva habitación en la zona noble.
Catalina vuelve a desafiar a Pelayo y desoye su interés en marcharse de La Promesa una vez contraigan matrimonio, algo que vuelve a provocar la ira del Conde. La hija de Alonso ha decidido quedarse en el palacio al menos hasta que dé a luz.
Petra y Martina no piensan abandonar su particular guerra contra Ayala y ponen al tanto a Alonso de los secretos del Conde, entonces, el Marqués lo enfrenta directamente y le pide de nuevo que abandone La Promesa… ¿Hasta donde estará dispuesto a llegar para quedarse?
Los preparativos de la boda de Catalina y Pelayo siguen en las cocinas. Simona, Candela y Lope ya tienen el menú de su boda. Mientras, entre el servicio se extiende la desconfianza en el padre Samuel.