‘La promesa’ duplica su emisión esta tarde
Los seguidores de ‘La Promesa’ tienen una agradable sorpresa, ya que, La 1 de TVE ha anunciado la emisión de dos capítulos consecutivos de la exitosa serie diaria este martes, 14 de noviembre.
Este cambio en la programación de la cadena pública, una práctica ya recurrente, tiene como objetivo compensar la falta de episodios el miércoles debido al debate de investidura de Pedro Sánchez y el jueves por la transmisión del partido clasificatorio entre Chipre y España para la Eurocopa de 2024.
Además, este ajuste llega en una semana crucial después del regreso de Jana y Manuel a La Promesa tras unos días de escapada a las costas de Galicia.
Esto sigue a la confesión de Feliciano sobre ser el responsable de la muerte de su padre y anticipa dos eventos significativos en la trama: la marcha de Ramona, quien deja a Luján mediante una carta, y la decisión de Lope de aceptar la oferta de Margarita para mudarse a Madrid y trabajar como cocinero en un conocido restaurante.
Así que, en la tarde de este martes, se emitirán los episodios 231 y 232 de 17:30 a 19:30 horas, lo que conlleva la suspensión temporal del concurso ‘El comodín de La 1’.
En el episodio 230 de ‘La promesa’
Abel regresa de Córdoba y se encuentra con Jana, quien también ayudó en el incendio de la fábrica. Ramona se va de Luján, dejando una carta emotiva.
Catalina y Pelayo continúan con su negocio de mermeladas, pero se revela que el Conde tiene actividades turbias. Feliciano confiesa a Teresa que él fue quien mató a su padre, y Simona recibe noticias de la próxima visita de su hijo. La llegada de Manuel a La Promesa lleva a una exigencia de la Duquesa de los Infantes.
En el episodio 231 de ‘La promesa’
La partida de Lope a un restaurante en Madrid conmociona al servicio. Rómulo intenta mediar para retener a Lope en La Promesa. Manuel rechaza mudarse con la Duquesa de los Infantes, llevando a Jimena a decidir irse sola para presionarlo.
Jana confiesa a María Fernández su inolvidable experiencia con Manuel en la playa, admitiendo que no amará a Abel de la misma manera. Ante la marcha de Lope, Pelayo anuncia la llegada de su propio ayuda de cámara, y Rómulo, además de manchar pañuelos de sangre, sufre un desmayo frente al marqués, generando incertidumbre sobre sus consecuencias.