Avance del capítulo 458 (miércoles, 6 de noviembre): El alto precio de la libertad
Rómulo consigue la libertad gracias a Manuel, pero… ¿a qué precio?, el miércoles en ‘La Promesa’.
¡Manuel consigue su objetivo! El heredero de los Luján demuestra ante todos su capacidad para negociar y solucionar un asunto tan grave como el que implica al mayordomo de La Promesa.
Rómulo por fin regresa al palacio. Todos están felices por ello y tratan de cuidarlo para que se reponga lo antes posible. Sin embargo, ¿de qué depende su libertad? La Guardia Civil aún no ha resuelto un crimen con cada vez más incógnitas.
Todos quieren conocer los detalles de la actuación de Manuel ante el sargento Burdina para conseguir lo que ni siquiera los mejores contactos de Alonso pudieron lograr.
Pero Jana es la única en quien puede confiar algo así. Manuel le revela a la chica como convenció a la Guardia Civil para que Rómulo fuera liberado y lo considerara inocente del crimen del que él mismo se había acusado.
Tras la confesión, la doncella comprende la magnitud de las consecuencias que tal movimiento traerá para Manuel. Sin duda, él será el mayor perjudicado.
La gestión de Manuel en el caso de Rómulo impresiona a los Marqueses. Tanto que Cruz comienza a ver la propuesta de su hijo muy ventajosa para sus intereses.
En su constante búsqueda de apoyos dentro de La Promesa para mantenerse como invitado en el palacio, Ayala recurre al chantaje para que Lorenzo interceda por él ante los marqueses… pero, ¿qué información tiene sobre el coronel que pueda proporcionarle tal ventaja?
Al mismo tiempo, Cruz continúa confiando en su cuñado como su único aliado, por lo que es a él a quien le pide que investigue el origen de los rumores sobre la crisis de su matrimonio.
Algo que sin duda está perjudicando su imagen en el entorno social en el que se mueven, ignorando que quien está moviendo la información no es otra persona que la Duquesa de Carril instigada por Lorenzo.
El cuñado de Cruz ha encontrado en la madre de Vera al peón perfecto para sus intereses estratégicos dentro de La Promesa…
Otro que oculta su verdadera cara ante todos es Pelayo, quien se muestra como el esposo sumiso que todos esperan para Catalina. Lejos de ello, el Conde de Añil no puede tapar ante Ricardo sus verdaderas intenciones.
Y acaba reconociendo ante el mayordomo que solo ayudó a Catalina en su propósito de visitar a Rómulo con el único objetivo de poner en peligro su embarazo.
El regreso de Rómulo alegra a todos, pero preocupa a partes iguales a Marcelo, que teme las consecuencias que pueda tener su mentira a ojos del mayordomo.
Al mismo tiempo, María Fernández continúa preocupada por el futuro de su relación con Salvador… que cada vez parece tener menos futuro, y habla con el párroco del pueblo buscando consejo.