Ahora que ha vuelto Pelayo, Catalina quiere seguir con su vida y ello implica retomar el control del negocio de las mermeladas, lo que desatará una auténtica crisis en el palacio y que podría sacar a la luz la verdad sobre la relación entre el Conde de Añil y la Marquesa, en el capítulo 415 de ‘La Promesa’.
En el segundo capítulo de la semana de ‘La Promesa’, las chispas vuelan cuando Catalina y Lorenzo finalmente enfrentan sus crecientes diferencias, esta vez centradas en la producción y distribución de las mermeladas.
El debate se acalora, revelando no solo diferencias comerciales sino también tensiones personales que han estado hirviendo a fuego lento.
Alonso, al observar el creciente conflicto y unido a lo sucedido con Cruz, interviene decididamente, enfrentando a Lorenzo con una firmeza y autoridad que sorprenden a todos los presentes, marcando un momento decisivo en su liderazgo dentro de la comunidad.
Al mismo tiempo, Catalina y Manuel, conscientes de las crecientes fisuras en la relación de los marqueses, intentan actuar como mediadores.
Su intervención, sin embargo, les hace blanco de las frustraciones y resentimientos acumulados de la pareja, complicando aún más su tarea y dejando en evidencia lo complicado que puede ser intervenir en asuntos del corazón ajeno.
En un tono más melancólico, Salvador, enfrenta el momento de despedirse no solo del lugar que ha llamado hogar sino también de la mujer que ha capturado profundamente su corazón.
Por otro lado, Simona, con un brillo de alegría, recibe la primera carta de su hija Virtudes.
En ella, Virtudes comparte entusiasmada los detalles de su nueva vida y los primeros éxitos que ha comenzado a cosechar, infundiendo esperanza y alegría en su madre y demostrando que los nuevos comienzos pueden ser prometedores.
Finalmente, Cruz se ve atrapada en un dilema complicado y peligroso. Comienza a contemplar la posibilidad de revelar a Catalina un secreto potencialmente devastador.
Ese secreto desvelaría que su relación con el conde de Añil no fue el fruto del destino, sino una intrincada trama orquestada por la propia marquesa.
