‘La Promesa’: Los temores y preguntas que Marga Martínez enfrentó como Petra
En una industria donde el talento frecuentemente aguarda tras el telón su momento de brillar, Marga Martínez, actriz sevillana de 60 años, irrumpe con fuerza en el panorama televisivo español.
Su personaje, Petra Arcos, en el serial de época ‘La Promesa’, producido por Bambú para La 1 de TVE, se ha convertido en un fenómeno de revelación y controversia.
En una extensa conversación con el medio ‘Los lunes seriéfilos’, Martínez comparte su experiencia y la transformación emocional vivida tanto en pantalla como en la realidad.
La aparición de Feliciano marca un antes y un después en la vida de Petra, desvelando capas de ternura, miedo, y vulnerabilidad previamente ocultas. La actriz alaba el trabajo en equipo, la dirección de los guionistas Josep Cister y Susana Prieto, y la camaradería entre el elenco, especialmente con Marcos Orengo y Andrea del Río.
Sin embargo, Martínez también reflexiona sobre la soledad y el aislamiento que su personaje enfrenta, subrayando la desconexión social y emocional de Petra con su entorno, una dinámica que resonó personalmente con la actriz durante los inicios del rodaje.
Esta sensación de aislamiento se vio magnificada por la recepción inicial de su personaje, llevándola a cuestionar la percepción pública de su moralidad. La realidad, como apunta Martínez, es que la línea entre el bien y el mal es a menudo difusa, y la evolución de Petra ilustra la complejidad de la redención y la humanidad.
Martínez aspiraba a explorar más a fondo la faceta maternal de Petra, una oportunidad para profundizar en la sensibilidad y vulnerabilidad del personaje en momentos de crisis y reflexión. La trágica muerte de un personaje cercano a Petra ofrece una ventana a su fragilidad, planteando interrogantes sobre su futuro emocional y moral.
‘La Promesa’ no solo ha servido como un vehículo para el talento hasta ahora oculto de Martínez, sino que también ha proporcionado una plataforma para discutir temas de lealtad, amor, y la redención.
A través de Petra Arcos, ‘La Promesa’ desafía a los espectadores a mirar más allá del villano caricaturesco, invitándoles a considerar las circunstancias y las decisiones que conforman la complejidad del carácter humano.
Marga Martínez, con su interpretación de Petra, ha trascendido el típico arquetipo del antagonista, ofreciendo una actuación que resuena con autenticidad y profundidad emocional. A medida que ‘La Promesa’ continúa desvelando su narrativa, el legado de Petra Arcos (y de Martínez) promete permanecer en la memoria de la audiencia, como un recordatorio de que, incluso en la ficción, la redención es posible.