Avance del capítulo 215 (lunes, 23 de octubre): Cruz amenaza a su propio hijo
‘La Promesa’ inicia una nueva semana en la que solo emitirá cuatro capítulos, pues el viernes cederá su lugar en la parrilla a la emisión del partido Italia-España de la Liga de las Naciones Femenina de la UEFA.
Pese a los intentos de Cruz por frustrar el negocio que recién acaban de poner en marcha Catalina y Pelayo, todo parece salir bien. La pareja última los detalles del primer envío de mermeladas a Madrid.
Sin embargo, la intervención de la Marquesa provoca un agrio desencuentro con la hija de Alonso, convencida de que está detrás de los últimos contratiempos.
Lo que no sospechan es que Feliciano tiene todo el mérito de que el primer envío de las confituras se haya hecho realidad.
Y es que el muchacho, sospechando de los planes de su hermana, se encarga el mismo, en persona, de hacer el encargo de tarros que don Pelayo le había encomendado.
Ello le llevará a mantener un fuerte desencuentro con su hermana, a la que increpa que esté constantemente haciendo maldades. La doncella le asegura que solo se debe a su señora.
Abel finge ante Jana sentirse abatido y culpable por el malogro del embarazo de Jimena. Así, consigue la atención de la chica, provocando un acercamiento entre ambos.
Lo que el médico ignora, es que Manuel sí que está más cerca que nunca de Jana cuando se interesa por el pasado de su madre. ¿Qué relación había entre Ramona y Dolores, una de las doncellas del palacio de hace años?
Afectado por la pérdida de su hijo, el heredero de los Luján busca en ello una forma de evadirse, y pregunta a Rómulo, seguro de que el mayordomo tendrá respuestas para él… y así sucede.
Con esa información, Manuel se enfrenta duramente a Cruz. Conoce la relación real que tenía con Ramona y está seguro de que ella está detrás de su desaparición.
Tal desafío pone en guardia a Cruz, que no titubea a la hora de amenazar a su propio hijo para que no siga por ese camino.
Candela ultima los preparativos para su viaje con el maestro a espaldas de todos, excepto de Simona. Se marcha de La Promesa, y quizás para siempre.
