No solo las mujeres de la planta noble son obligadas a buscar un hombre, también entre el servicio comienza a surgir el tema del matrimonio, en ‘La Promesa’.
Cruz cree que ya es hora de que Catalina busque a un hombre de buen apellido para casarse, mientras Margarita pide a Martina que deje de llorar a su padre y se ponga manos a la obra, debe contraer matrimonio cuanto antes.
Mientras, en la planta del servicio, el desengaño de Candela provoca los comentarios entre el resto de doncellas y criadas… ninguna de ellas está prometida.
Llegan buenas noticias a la Promesa. Cuando estaban a punto de iniciar una nueva búsqueda, Ramona vuelve a Luján.
La noticia supone un gran alivio para Jana, que veía como la oportunidad de encontrar respuestas sobre su pasado se alejaba con su desaparición.
Pero aún quedan los interrogantes sobre su desaparición… es algo que no piensa dejar sin resolver.
Cuenta con la ayuda de Curro, que será quien visite a la mujer… pero el chico se topará con más incógnitas de las que había en un principio.
Al mismo tiempo, la rápida recuperación de Jimena, tanto a nivel físico como psíquico, sorprende a Manuel… sobre todo cuando esta le hace una extravagante propuesta.
Mauro verá cómo su deseo de ser mayordomo empieza a hacerse realidad conforme se acercan sus lecciones con Rómulo.
Lo que el lacayo no sabe es que los sueños, a veces, se convierten en pesadillas…
Lope es infeliz desde que ha vuelto a trabajar como lacayo. Su sitio está en las cocinas y no sabe como actuar para recuperar ese puesto. A pesar de ello, se alegra por el hecho de que el negocio de las mermeladas finalmente esté funcionando.
Catalina y Pelayo están muy contentos, aunque descubriremos que él tiene un lado oscuro que oculta con éxito a la muchacha.
