La Promesa Avance del capítulo 388 (lunes, 1 de julio): Petra reta a Ayala
Mientras Martina es sometida a las peores torturas en el sanatorio, donde poco a poco va perdiendo su voluntad, los Luján reciben una visita inesperada en el palacio, esta semana en ‘La Promesa’
Petra, llena de determinación, decide llamar a Gregorio, convencida de que Pía sigue con vida. La noticia la ha estado atormentando y siente que debe compartir sus sospechas con él.
Gregorio, sorprendido por la llamada, escucha atentamente mientras Petra le explica las razones detrás de sus sospechas. ¿Cómo reaccionará el hombre?
Mientras tanto, en otra parte del palacio, Catalina se abre con Simona. Con un brillo en los ojos, le confiesa que se ha besado con Adriano.
Este beso, aunque pequeño, simboliza el inicio de una relación que se va forjando lentamente, como el fuego que crece de unas pocas chispas. Catalina describe cómo cada encuentro con Adriano la llena de emoción y cómo, poco a poco, se van conociendo mejor, construyendo una conexión profunda y sincera.
Juana encuentra papel y lápiz para Martina. Con estos simples objetos, Martina tiene la oportunidad de escribir una carta a Curro. La carta, cargada de emoción, refleja los profundos sentimientos de Martina y su situación en el sanatorio.
Vera, en un momento de vulnerabilidad, confiesa a Lope que Santos la está chantajeando. Este secreto ha estado pesando sobre ella, y aunque no se siente capaz de enfrentarse a Santos, su relación con Lope se está resintiendo cada vez más. La presión y el miedo están erosionando lo que una vez fue una relación sólida.
Jana, conmovida por la difícil situación de Virtudes, propone una colecta para reunir el dinero necesario que permita a Virtudes recuperar a su hijo.
Petra, por otro lado, se disculpa con todos por sus conflictos con Ricardo. Promete cambiar y hacer las paces, pero en el fondo, sus intenciones son dudosas. Su disculpa parece más un movimiento estratégico que una genuina muestra de arrepentimiento.
La marquesa, angustiada por la falta de noticias sobre Manuel, está cada vez más desesperada. Se muestra indignada porque nadie parece interesado en descubrir qué ocurrió realmente con Martina. Su frustración crece cada día, alimentando una tensión palpable en el palacio.
En un acto de audacia, Petra acusa gravemente a Ayala. Las acusaciones son serias y podrían tener consecuencias devastadoras. Ayala, en lugar de amedrentarse, la desafía a presentar sus sospechas a la marquesa. Este enfrentamiento intensifica la tensión en palacio, creando un ambiente cargado de incertidumbre y temor.