Tanto Petra como Jana están dispuestas a todo para conseguir su objetivo: Dieguito… aunque, como siempre, una busca el bien y otra el mal… ¿Quién ganará? Mañana en ‘La Promesa’
Cruz está harta de las visitas y pide a Alonso que expulse a todos de una vez por todas… El Marqués no parece dispuesto a ceder con María Antonia, aunque ha reconocido que no tiene interés por ella.
Jana tiene miedo de que Petra consiga entregar al pequeño Dieguito al mostruo de Gregorio y no piensa permitirlo… Doncella y ama de llaves tienen un tenso encuentro en el que ponen las cartas sobre la mesa.
Tras la crisis de Ayala, los Luján llaman al médico, quien deja más preguntas que respuestas. La incertidumbre sobre su salud genera una gran preocupación y especulación entre todos. Todos se encuentran en un estado de nerviosismo constante, temiendo lo peor y esperando noticias claras sobre el estado de Ayala.
Mientras tanto, Vera sigue cuidando de Lope con dedicación, consciente de la gravedad de su estado. Sin embargo, su labor se complica por la presencia persistente de Santos, quien la acecha con intenciones nada buenas.
La doncella, atrapada entre el cuidado de Lope y la amenaza de Santos, se da cuenta de que solo hay una forma de librarse de él, aunque es muy desagradable para ella. La situación la obliga a tomar decisiones difíciles y a considerar medidas drásticas para protegerse a sí misma y a Lope.
María Antonia, en su vulnerabilidad, continúa cediendo al interés de Lorenzo. Esta relación incipiente provoca un profundo malestar en Cruz, quien observa con creciente inquietud cómo Lorenzo se acerca cada vez más a María Antonia.
La tensión entre ambas mujeres aumenta, creando un ambiente cargado de rivalidades y celos que afecta la dinámica general de La Promesa.
La relación entre Simona y Virtudes sigue siendo tensa, marcada por resentimientos y heridas no cicatrizadas. Sin embargo, ante la complicada situación de Lope, ambas firman una tregua.
Deciden dejar de lado sus diferencias para centrarse en el bienestar de Lope, mostrando que, a pesar de todo, la familia y los lazos afectivos pueden prevalecer en momentos de crisis.
Jana y Salvador, tras mucho deliberar, concluyen que es momento de revelar la verdad sobre la condición de Lope. Saben que mantener el secreto ya no es viable y que enfrentarse a las consecuencias de su decisión es inevitable.
