Esta semana de ‘La Promesa’, los acontecimientos se desarrollan con una intensidad sin precedentes, sumergiendo a los personajes en una vorágine de emociones, secretos y confrontaciones.
Desde la angustiosa protección de Pía hasta las intrigas palaciegas y los dramas personales, cada día trae revelaciones y desafíos que pondrán a prueba la fortaleza y la lealtad de todos en el palacio.
En el capítulo del lunes de ‘La Promesa’, la decisión de asignar dos guardias para proteger a Pía no logra calmar su ansiedad.
Sus compañeros comienzan a sospechar que su pesimismo esconde algo más profundo, quizás un secreto o un temor que no ha compartido con nadie.
Pía se siente cada vez más aislada, y su comportamiento errático levanta más sospechas entre los sirvientes y la familia noble.
Simona regresa a La Promesa tras un tiempo ausente, y su retorno trae consigo una felicidad inusitada, directamente relacionada con Virtudes, quien parece haber encontrado en Simona un apoyo fundamental.
Simona, al reencontrarse con Virtudes, descubre aspectos de su vida que la conmueven profundamente, y esto fortalece aún más su vínculo.
Mientras tanto, María Fernández sigue avanzando en la escritura de su libro, un proyecto que la llena de ilusión y esperanza. Sin embargo, Petra la descubre trabajando en él en un momento inoportuno.
Petra, enfurecida, decide castigarla severamente, destruyendo su manuscrito y prohibiéndole cualquier actividad no relacionada con sus deberes en el palacio. María se siente devastada, pero comienza a buscar maneras de continuar su proyecto en secreto.
La vida en las trincheras, donde se encuentran algunos personajes, resulta ser completamente distinta a la del palacio. Manuel, que ha estado al frente de las tropas, se percata de que la estrategia militar planteada es incorrecta.
Intenta rectificar, pero cuando descubre que Curro se dirige hacia una trampa mortal, ya es demasiado tarde para salvarlo sin poner en riesgo a otros soldados.
