Bruno Lastra (‘La Promesa’): «Gregorio va a sorprender, he hecho una elección bastante arriesgada»
Hemos charlado con Bruno Lastra, el actor que interpreta a Gregorio Castillo, uno de los personajes más odiados por los seguidores de ‘La Promesa’.
Desde principios de abril, Bruno Lastra es Gregorio Castillo, el nuevo mayordomo de ‘La Promesa’. Con una amplia trayectoria en ficción, el actor suma un nuevo personaje lleno de misterio en la serie revelación de las tardes.
Formado en el Laboratorio de Teatro de William Layton y en LAMDA, se inició en 1996 en el teatro. Dos años después se trasladó a Londres, donde participó en teatro, cine y televisión, compartiendo protagonismo con actrices de la talla de Glenn Close o Helena Bonham-Carter en producciones para referentes internacionales como la BBC o HBO.
En 2005 vuelve a España para protagonizar ‘Los Simuladores’. Desde entonces, Bruno Lastra es un rostro reconocido por el público español tras participar en ficciones de gran éxito como ‘Entrevías’, ‘Señoras del (h)Ampa’, ‘Élite’, ‘La Valla’, ‘Sin identidad’, ‘Los misterios de Laura’ o ‘Servir y proteger’.
Actualmente interpreta a Gregorio Castillo, el nuevo mayordomo de la Promesa que llega imponiendo duras normas en el servicio y dejando casi sin atribuciones a Rómulo, sobre el que descarga su ira, que viene provocada por viejas rencillas del pasado.
En el teatro ha trabajado con Juan Pastor, Cristina Rota, Miguel del Arco o Will Keen. Prepara su segunda aventura como productor, El montaplatos de Harold Pinter, en la que también actuará.
Además es poeta y músico. Su primer poemario de llama ‘Acción de Gracias’, y acaba de grabar su primer EP.
Cuéntanos cómo es tu personaje en ‘La Promesa’
Gregorio Castillo es un tipo que ha trabajado duro toda su vida. Es el nuevo mayordomo de palacio; una posición de responsabilidad, dentro de una gran casa cómo es la de los marqueses de Luján.
Sabe muy bien lo que se requiere de él. Y no está excesivamente preocupado de lo que los demás piensen de él. Ni sobre sus métodos.
Le han contratado para algo muy concreto. A ello se dedica. Es un gran profesional. Pero, siempre hay un pero, tiene un secreto acerca de su pasado. Esto le genera un gran conflicto interno: luz u oscuridad. Ahí está su atractivo.
La llegada de Gregorio ha supuesto una revolución en las tramas, ¿qué peso va a tener en los próximos capítulos?
Su llegada altera por completo la dinámica del funcionamiento del servicio en La Promesa. De modo que tiene un peso fundamental. Su relación será principalmente con Rómulo y Pía. Su llegada les obligará a reubicarse. ¡Con la llegada de Gregorio se acabó la buena vida!
¿Nos va a sorprender?
Creo que sí va a sorprender. He hecho una elección para el personaje bastante arriesgada. Su manera de actuar y reaccionar es, desde luego, poco convencional. Va a desencadenar mucha tensión e intriga.
¿Crees que Gregorio podría llegar a enamorarse en ‘La Promesa’?
Esa es la pregunta del millón. A veces pienso que dar demasiada información sobre el argumento le quita capacidad de misterio. Así que habrá que estar pendiente cada tarde para averiguarlo.
Sin duda, va a merecer la pena. Gregorio no es partidario de medias tintas.
¿Te has inspirado en algún otro personaje de ficción para interpretar a alguien como Gregorio?
Me inspiro siempre en una gran variedad de referentes. Que son parte de mi educación sentimental también, si quieres llamarlo así. No son solo personajes de ficción. Incluyen música, pinturas, películas, libros, conversaciones que escucho: la vida en general, vaya.
Pero si te lo cuento, ¿cómo sé que vas a guardarme el secreto? Ten en cuenta que soy el villano más villano de la sobremesa española (risas).
Cuentas con una amplia trayectoria en ficción, cine y teatro ¿Dónde te sientes más cómodo?
Me siento cómodo en personajes que me permitan jugar y arriesgar. Más que el medio, la verdad. Si puedo crear algo donde pueda bucear bien profundo estoy satisfecho. Gregorio me ha permitido hacer eso con creces.
Además, el ritmo de una producción de emisión diaria es muy diferente a los tiempos con los que se trabaja en ficción para plataformas o televisión, ¿cómo te has adaptado?
Cada trabajo que se presenta es siempre un poco empezar de cero. Una mezcla entre dejarse sorprender y darse cuenta de que ya vas, poco a poco, teniendo tablas. Me gusta que sea así, además. Con esa actitud he intentado adaptarme. Cómo he podido y, a la vez, poniendo en práctica lo ya aprendido. Y con mucho trabajo.
Has trabajado durante años en Londres, en producciones para la BBC o HBO y compartiendo protagonismo con actores como Glenn Close ¿qué diferencias encuentras entre las formas y el trabajo aquí y fuera de nuestras fronteras?
No sé si estoy en posición de decir nada al respecto. Sí sé que he tenido mucha suerte trabajando con gente que he admirado mucho. Y a la que sigo admirando.
Me he dedicado a observar para aprender. La consecuencia que saco de mi propia experiencia, y es solo eso: mi propia experiencia, es que fuera al actor y a la actriz se le da más libertad. Se es menos intervencionista. Se da por hecho que vamos a hacer nuestro trabajo. Para el que nos hemos preparado mucho. Hay más espacio para la colaboración y la creación compartida. Aquí se está demasiado encima, pienso. Y a veces puede resultar asfixiante. Convendría reflexionar sobre ello.
Además de actor, también eres músico y poeta, háblanos sobre ello.
No pienso mucho sobre los porqués en relación al arte. Es algo que necesito hacer. Sin la música, las palabras, los dibujos, etc. mi vida sería muchísimo más aburrida y plana. Estoy siempre buscando.
En breve saldrá mi primer poemario, ‘Acción de gracias’, editado por Ars Poética. Y voy a grabar un single con un alter ego que estoy diseñando. Voy a seguir haciendo poesía hasta que me saquen con los pies por delante. Para mí todo es poesía. Es muy salvaje.
