Las graves consecuencias de que Jimena dirija ‘La promesa’
Jimena asume de manera sorpresiva la dirección de La Promesa, provocando inesperados conflictos.
Inicialmente, se esperaba que Catalina y Martina tomaran las riendas de la finca y la administración de la casa respectivamente, con el apoyo de Rómulo, Gregorio y Pía. Sin embargo, las esperanzas de Martina se desvanecen cuando Jimena se autoasigna el mando del palacio. Hace saber a todos, sin previa consulta, que ella es la más apta para el cargo.
Las personas que deben acatar sus extravagantes e innovadoras directrices se muestran disconformes, lo que provoca el caos y discusiones con Manuel. Así se inaugura el reinado de la nueva «marquesa» de Luján.
Jimena ha tomado control de La Promesa a su manera desde que chantajeó a Manuel con su carta de amor. Su primera acción es asumir la administración del palacio, haciéndoselo saber a la hija mayor del marqués, Catalina, que ahora tiene otras responsabilidades.
Catalina le indica que ese era un trabajo para su prima Martina, pero Jimena insiste en que debe ser ella quien gestione la casa, preparándose para su futura posición de marquesa.
Ante la preocupación de Catalina sobre la magnitud del trabajo para una persona tan joven, Jimena se niega a recibir ayuda de Martina, reafirmando su nuevo estatus como «marquesa». Mientras Cruz esté ausente, ella será la más indicada para ocupar su lugar, le argumenta a Catalina, poniendo fin a la discusión.
La llegada de Jimena al poder trae consecuencias inmediatas. En su deseo de hacer las cosas a su manera, impone cambios en la cocina. Anteriormente, las cocineras proponían un menú en función de los alimentos disponibles para la revisión de la marquesa y doña Pía. Ahora, Jimena impone las comidas, sin tener en cuenta si los ingredientes requeridos están disponibles.
Este cambio genera molestia entre los trabajadores del palacio. Tanto Candela, Lope y Simona, como doña Pía, muestran su descontento con la nueva «marquesa». Además, Jimena sólo desea reunirse con Doña Pía para organizar la casa cuando está de buen humor.
Las tensiones también se sienten cuando discute con Manuel por el trabajo de Jana, la doncella. Jimena y Manuel entran en conflicto cuando ella exige que Jana desholline la chimenea, a lo que Manuel se opone argumentando que hay sirvientes para hacer ese trabajo.
Estos son solo los primeros conflictos que han surgido desde que Jimena tomó las riendas de La Promesa. ¿Traerá su gestión aún más problemas al palacio?