Después de que el negocio de las armas se fuera al traste, Lorenzo quiere su parte del pastel… Pelayo se ve entre la espada y la pared ante las graves amenazas del militar, mañana en ‘La Promesa’.
Manuel se siente muy culpable tras la muerte de Jimena y busca la forma de redimirse. Una de las medidas que piensa tomar es despedir a Abel.
La situación de Pelayo se vuelve cada vez más difícil en el palacio: tanto Lorenzo como Cruz lo presionan para que cumpla con lo que esperan de él.
Poco a poco se va descubriendo la verdad sobre la identidad real de Vera y la procedencia del dinero que la acompañaba cuando llegó a La Promesa y que con tanto celo escondió.
Sin embargo, cada uno tiene su opinión sobre qué hacer con el bolso lleno de billetes… en particular, Lope, que bien conoce a su dueña y que tiene una opinión sobre a qué destinar la pequeña fortuna.
Tras meditar mucho sobre el futuro de Abel en La Promesa, Manuel toma una decisión sobre el que consideraba su amigo. ¿Lo mantendrá en el palacio o lo pondrá de patitas en la calle?
El futuro de Virtudes, en cambio, nadie lo sabe, pero Simona y Candela tienen claro que no pueden quedarse de brazos cruzados viendo cómo la muchacha sufre.
La relación entre Margarita y Ayala trae de cabeza a más de uno. Por si no bastara con Petra y Martina, ahora Cruz también está al tanto de lo que hay entre ellos.
Tras alejarse de Curro definitivamente, para Martina no hay otro objetivo más que destruir la nueva ilusión de su madre, pero parece que de momento no hay nada que hacer.
Incapaz de romper el vínculo entre ellos tomará una decisión que puede resultar fulminante para el fuego que existe entre la pareja.
Rómulo valora el buen hacer de Ricardo, tal y como se esperaba de él. Sin embargo, a Pía le cuesta aún acostumbrarse al nuevo primer lacayo… sobre todo por sus formas.
