«Entre todos la mataron y ella sola se murió», es un refrán español que bien refleja la situación de Jimena en ‘La Promesa’. Tras lo ocurrido, todos se culpan de su grave estado de salud.
La situación de Pelayo en La Promesa se complica por momentos tras descubrirse sus negocios reales, al menos por parte de Catalina. La chica no está dispuesta a seguir adelante con su compromiso.
Por otra parte, a las presiones de Lorenzo para que le de su parte en el negocio, se le suman las de Cruz, quien lo trajo al palacio con un propósito muy claro… y que todavía no ha llegado a cumplir.
Mientras, Manuel, sacudido por lo ocurrido con Jimena, culpa a Abel de la forma en que ha terminado todo. Si no la hubiera respaldado con el falso embarazo, quizás las cosas no habrían llegado a tal extremo.
Pero ya no hay marcha atrás y el médico, aunque reconoce su parte de culpa, no piensa cargar con toda la responsabilidad… cada uno debe reflexionar sobre su aportación al fatídico desenlace.
A pesar de que Ayala se esfuerza por ofrecerle explicaciones, Petra no parece conformarse. La relación entre él y Margarita parece tan creíble… que cada vez más habitantes del palacio son conocedores de sus avances.
Cruz descubre que hay un maletín con dinero sin aparente dueño en La Promesa y lo reclama como de su propiedad para disgusto de Vera.
Salvador está molesto con Rómulo por la llegada de Ricardo, mientras que Pía tiene más de un desencuentro con el nuevo primer lacayo pese a los esfuerzos del mayordomo por que encajen en el día a día.
Al mismo tiempo, el hecho de que el maletín con dinero pertenece a Vera ya no es un secreto y Lope le reprocha que le haya ocultado algo así… quiere saber la verdad sobre su procedencia.
