Leocadia pone contra las cuerdas a Alonso, hoy en ‘La Promesa’.
Manuel, intrigado por la extraña respuesta que recibió en el cuartelillo de Valverde de la Jara, decide confiar el caso del robo atribuido a Toño al sargento Burdina, con la esperanza de aclarar la situación.
Mientras tanto, Lisandro continúa hostigando a Curro con su altanería, recordándole su posición de sirviente cada vez que cruza su camino.
En un momento de lucidez, Adriano identifica al duque de Carvajal y Cifuentes como aquel socio de negocios turbios del conde de Monteverde, su antiguo patrón.
Catalina cree que deberían continuar investigando en esa dirección: quizás tiene la clave para deshacerse de él.
Por su parte, Lope obsequia a Vera con una pulsera de esmeraldas procedente de la joyería Llop. La joven, desconcertada, le exige saber el origen de esa joya tan valiosa.
Avance en video del próximo capítulo 602 (lunes, 26 de mayo) de ‘La Promesa’
Alonso no sabe como agasajar a Leocadia por su supuesta intervención ante el duque de Carvajal y Cifuentes y ella se lo deja claro: nunca podrá agradecerle todo lo que está haciendo por La Promesa.
La relación entre Emilia y Rómulo se va estrechando con cada encuentro, intentando ambos dejar atrás los desencuentros del pasado para forjar un futuro juntos.
Leocadia, con su astucia habitual, mantiene entretenida a Eugenia con promesas de información sobre lo ocurrido en prisión, sin revelar sus verdaderos planes.
Mientras, Lorenzo actúa a sus espaldas: adulterando el linimento que utiliza Eugenia para masajearse las piernas con una dosis de droga, para debilitarla y justificar su ingreso en el sanatorio.
María Fernández, impulsada por la curiosidad, se cuela en el dormitorio de Samuel y descubre la carta de amonestación que le envió el obispado. Ahora deberá decidir si la usa para ayudarlo o para chantajearlo.
Por último, Curro confía a Pía sus sospechas sobre Jacobo, convencido de haber hallado el móvil que lo implicaría en el asesinato de su hermana Jana, y ambos comienzan a trazar los pasos a seguir.
