Avance ‘La Promesa’, capítulo jueves 12 de diciembre: Jana, asfixiada y la farsa de Marcelo

Todos en La Promesa andan muy preocupados por Catalina tras el platón de Pelayo, especialmente Alonso ante la incertidumbre por el futuro y debido a la crisis reputacional que puede suponer; desconociendo aún que el verdadero motivo del abandono del conde de Añil es el bebé bastardo que lleva su hija en su vientre, fruto de un escarceo con un campesino. Su descubrimiento provocaría una auténtica crisis con pocos precedentes.

Mientras, Cruz se muestra indignada por lo acontecido al ver cómo no se va a librar de Catalina y ante la alta probabilidad de que el apellido Luján sufra un escarnio público, pero sigue centrada en organizar la fiesta de compromiso de Jana, con la que busca dejarle en evidencia ante toda la sociedad. Además, cada vez la presiona más, a ver si logra que se rompa la relación con su hijo definitivamente. Y por eso, tanto ella como la institutriz orquestan un montaje para que Jana se sienta más insegura aún.

Julia le asegura a José Juan que Curro es una buena persona y Curro le hace ver a la muchacha que no pueden ceder a las presiones de terceros cuando no existen sentimientos. Por eso, ambos acuerdan plantarse ante José Juan y Lorenzo y rechazar esa boda que ninguno quiere.

María Fernández sigue ayudando a Samuel en sus labores de beneficencia, pero como llega de noche a La Promesa, es castigada severamente por Petra, que le prohíbe librar durante el próximo mes. Entretanto, tras la encerrona y en contra de la opinión de Santos, se produce un acercamiento entre Ricardo y Pía Adarre.

Por su lado, Marcelo se entera de que el duque de Carril va a volver y se pone nervioso por tener que cruzarse con él. Ante ello, Teresa habla con su hermano y Marcelo le confiesa que le ha mentido y que hay otro motivo más grave que matar a un hombre por el que lleva meses huyendo de la justicia. ¿De qué se tratará?

Avance de ‘La Promesa’ del capítulo del jueves 12 de diciembre

La impactante revelación de Marcelo sobre la razón real por el que es un prófugo no deja indiferente a Teresa, que promete a su hermano que ella se encargará de protegerlo. Protección necesita Jana, pero de sus propias y crecientes inseguridades, que le tienen asfixiada como nunca y al borde de colapsar.

Cruz, que parece estar logrando lo que se propone, sigue intentando minar su moral incansablemente hasta llevarla al borde del abismo. La institutriz comprobará que, pese a su evolución positiva, la muchacha se está resquebrajando y que ya no tiene confianza en sí misma como antes. Justo lo que la marquesa pretende para dejarle en evidencia ante la alta sociedad y para abochornar a Manuel de tal forma que se arrepienta de su relación con la antigua doncella.

Por su parte, Alonso no va a quedarse de brazos cruzados y advierte con buscar a Pelayo cueste lo que cueste para que enmiende su miserable acción. Y Catalina le pide que no haga nada, temerosa de que se acabe descubriendo la verdadera razón por la que ha huido.

Ante la nueva visita de su padre, Vera valora tomar el camino de en medio y plantarle cara. Algo que no sería muy buena idea. Mientras, el padre Samuel saldrá en defensa de uno de los miembros del servicio tras una riña. Y Petra no supera el regreso de Pía y Rómulo, y esto la llevará a tener enfrentamientos cada vez peores con el jefe de servicio. Uno de ellos, a propósito del castigo a María Fernández.

Julia se enfrentará como nunca a José Juan y Lorenzo, para ser ella quien decida qué hacer con su futuro. Y Catalina, en medio de tanta desolación y tristeza, está a punto de recibir una visita inesperada en La Promesa que puede cambiarlo todo.