Que el embarazo de Jimena no es real, no es algo que no haya pasado por la cabeza de Cruz… por lo que parece segura de que entre la mujer de su hijo y Abel, hay algo más que una relación médico-paciente, mañana en ‘La Promesa’
Después de lo ocurrido en los últimos días, todo parece volver a su cauce y ponerse de parte de Cruz… todo excepto el asunto de Pía. Aunque la Marquesa guarda un as bajo la manga respecto a ese tema.
Intenta convencer a Lorenzo de que lo mejor es mantener y darle una educación al niño de la ama de llaves. El capitán no entiende su decisión.
Martina comunica a todos que no habrá boda. La chica se siente culpable pensando en que no ha estado a la altura, o eso es lo que piensa su madre de ella.
Se desahoga con su tío Alonso, quien parece ser el único que comprende su difícil situación.
Cruz se pavonea ante Margarita, aumentando más la rabia de esta, que carga de nuevo contra su hija.
Don Antonio de Carvajal y Cifuentes se despide de Martina con una cortés disculpa y entregándole un sobre con una suma importante de dinero por las molestias causadas.
Mientras, en la Promesa, las partidas de búsqueda para encontrar a Ramona no cesan. Esta vez, en las tierras de los Marqueses de Luján han encontrado algo que le pertenece: su morral, del que nunca se separa.
Jimena no es capaz de ocultar su alegría cuando se siente más viva que nunca con el respaldo de Abel, quien continúa planeando la forma de fingir el malogro de su embarazo.
Sin embargo, la actitud de la chica empieza a acrecentar las sospechas sobre ella entre el resto de habitantes de la Promesa… en particular en Cruz, pero también en Manuel cuando comprueba el desdén con el que Abel trata el tema.
Cruz acepta el chantaje de Pía, cumplirá con las condiciones que el ama de llaves le pide para guardar silencio sobre su implicación en el secuestro del niño.
Y no son otras que la manutención y la formación de Dieguito. Pía se siente triunfadora, ignorando el peligro que supone enfrentarse a Cruz, quien, por supuesto, guarda un as bajo la manga.
