Jana, enfrentando el peso de sus recientes revelaciones a Manuel, decide abordar a su hermano para disculparse por no haber compartido con él la verdad antes de hablar con Manuel.
La doncella sabe que para su hermano también es un trago muy duro, pues supone que se va a casar en secreto con su verdadero hermano, el que cree que en realidad son primos…
Manuel, por su parte, sigue procesando las revelaciones de Jana, encontrándose en un estado de confusión y reflexión… ¿qué se supone que debe hacer ahora?
¿Por qué Jana ha esperado hasta el punto en el que están para revelarle toda la verdad? ¿Qué más oculta? ¿Realmente debería seguir adelante con un matrimonio con el que lo perderá todo?.
Catalina enfrenta su propia batalla emocional al discutir con su padre, Alonso, sobre la devolución del negocio de las mermeladas.
Su frustración es evidente cuando Alonso se muestra reticente a ceder el control, temiendo que los riesgos del pasado puedan repetirse.
Sin embargo, tras una conversación reveladora con Margarita y Pelayo, Catalina decide adoptar una postura más comprensiva y menos confrontativa.
Curro, por otro lado, se muestra cada vez más molesto con Julia por su insistencia en preguntar sobre la guerra. Su paciencia se agota, y finalmente le pide que deje de indagar sobre un tema que le causa un dolor profundo y persistente.
La situación de Julia se complica aún más cuando Cruz interviene, preguntando a Martina cuándo Julia se marchará de La Promesa. La presión sobre Julia aumenta, dejándola en una posición vulnerable y cada vez más aislada dentro del palacio.
Teresa, sintiéndose poco apoyada y cada vez más frustrada con las dinámicas del servicio, confiesa a Marcelo que está al límite de sus fuerzas y considera no poder continuar con la farsa que ha estado manteniendo.
En un acto de desafío y venganza, Vera decide hacer pasar un mal rato a su madre en las cocinas, pero lo que comienza como un simple juego de poder se convierte en un momento de descubrimiento sorprendente para la duquesa de Carril.
